Nacho Cano ha hecho unas declaraciones para ABC. Aquí los incluimos:
Nacho Cano has spoken for ABC. We enclose his interview here in Spanish:
La sombra de Mecano es alargada, y siempre perseguirá a sus tres componentes. Tanto, que cualquier alusión sobre un hipotético reencuentro hace saltar las bocinas de todo el país y parte del extranjero. Antes de Navidad fue Nacho Cano el que echó leña al fuego de la nostalgia al declarar que el regreso «está siempre en el aire». Ahora, para ABC, reafirma la idea: «El disco recopilatorio se encuentra en el número cuatro de listas de ventas, lo cual tiene narices después de 17 años. Eso es que Mecano sigue vivo, y no es descabellado que en algún momento volvamos.» Pero, para que las campanas no se echen alocadamente al vuelo, matiza: «Desde luego ahora mismo no lo veo claro. Yo estoy con mi musical a tope —titulado «A»—, nos vamos con él a Barcelona y luego salimos de gira. Esto me va a llevar dos años de mi vida. Esto por mi lado. Por el de los otros, no te puedo decir».
Esta última frase es una demostración más de que las relaciones entre los tres no son lo fluidas que deberían ser para provocar la tan deseada reunión: «La verdad es que hace mucho que no nos comunicamos. Sé lo mismo de ellos que tú, que Chema está pintando y que Ana está haciendo un disco. Quiero decir que a mí no me parecería una mala cuestión la vuelta, pero en este momento no la veo».
Maquillar la crisis
Nada haría más feliz a él mismo —«soy el primero que se alegra más que nadie de que Mecano siga vigente, y el que más he hecho por ello»— y a una industria discográfica necesitada de salvadores que consigan maquillar las depauperadas ventas de discos. Pasan los años pero no pasa el interés por un grupo que ha vendido 25 millones de copias en todo el mundo, y cuyo último recopilatorio, «Mecano Siglo XXI», ya es disco de oro. A ello hay que añadir el juego «SingStar Mecano» para Play Station, que ha superado las 75.000 unidades vendidas, más la gala especial ofrecida por TVE con cantantes como Malú interpretando «Mujer contra mujer» y Amaia Montero «Me cuesta tanto olvidarte», a lo que hay que añadir, cada doce meses, la inevitable melodía de «Un año más» sonando antes de las campanadas de Nochevieja: «Parece que ahora el ambiente es propicio —reflexiona Nacho—, y cualquier otro grupo es lo que haría. Pero nosotros somos así de especiales».
Cuesta tanto olvidarlos
Es tanto el interés que sigue generando el grupo que el hoy compositor de musicales afirma sentirse «aburrido de remover el pasado. No me apetece hablar de él. Lo que honestamente puedo decir es que no veo las puertas cerradas, y que si algún día vuelve Mecano, ya lo anunciaré. Para lo demás, si tuvimos buen rollo o mal rollo, no tengo ni ganas ni tiempo de hablar».
La propia Ana Torroja había ya arrojado un jarro de agua fría sobre aquellos que sueñan con un regreso del trío. Fue durante la presentación del videojuego antes citado. Y no podía ser más oportuna su declaración para los intereses que en ese momento defendía, ya que venía a decir que aquel que quisiera ver de nuevo a los tres músicos juntos, lo que tenía que hacer es comprar el juego y dedicarse a hacer karaoke: «Cada uno ha cogido un camino diferente», declaró. Se trataba, además, de desmentir los rumores desatados por la aparición de una canción inédita, «María Luz», con letra y música de José María Cano añadida al reciente doble álbum. Sin embargo, ni siquiera en ese momento hubo un acercamiento: «Como yo no la he hecho, no soy el más adecuado para hablar de ella —dice Nacho—. Es una canción de mi hermano. Ha hecho nuevos arreglos sobre una canción ya grabada hace tiempo, pero no te puedo decir más. La canción es bonita, eso sí».
Más de uno pensó de forma sibilina que la reunión podía ir en serio por los problemas de Ana con el Fisco, que le reclama 655.000 euros. Está claro que no terminan los sustos para la cantante, ya que en octubre de 2008 sufrió un trágico accidente junto a la modelo Esther Arroyo, y en el que murió un tercer acompañante. Ahora sus ilusiones se dirigen hacia la grabación de su nuevo disco, que quedó interrumpido precisamente por el accidente.
José María Cano también pasó por su particular calvario, primero con el negocio ruinoso, durante los 90, de la composición de su ópera «Luna» —se habló de hasta cien millones de pesetas invertidas en la obra, que no pudo estrenarse en el madrileño Teatro Real a pesar de los esfuerzos de su autor y del mismísimo Plácido Domingo—, y luego con un sonado divorcio cuya tramitación duró desde 2002 hasta 2005 y que le dejó con los ánimos y las arcas bastante afectadas. Hoy parece que las cosas le van mejor. Acaba de realizar una exposición en la galería londinense Riflemaker Diary, inspirado en recortes del Wall Street Journal, y ha vendido una de sus obras a través de Shoteby's por más de 68.000 euros.
Por último, el propio Nacho, a pesar del éxito cosechado con sus musicales, «Hoy no me puedo levantar» y «A», padeció una depresión ocasionada por sus problemas de insomnio, que le han durado tres años. Javier Adrados, biógrafo de Mecano y promotor musical, nos cuenta que todo ello fue provocado por un «megaestrés, porque estuvo al pie del cañón y no se perdió ni una de las seiscientas primeras representaciones de “Hoy no me puedo levantar”. Vivía, dormía y comía en el teatro». Adrados, que hoy trabaja junto a Nacho y Ana, se muestra convencido de que «el regreso se producirá cuando los tres realmente quieran.Mecano son los tres juntos, y de nada sirve si uno quiere y el resto no. Tienen que coincidir en algún punto, por mucho interés que ponga la compañía o un mánager».
Siempre en el aire
Lo que es cierto es que siempre impera la ambigüedad cada vez que se les pregunta al respecto —algo que ocurre muy a menudo—. Nacho ya se mostró proclive a la idea del regreso cuando presentó su primer musical. En el estreno de la obra, en abril de 2005, los espectadores pudieron asistir a un momento único: los tres en el escenario interpretando, con la emoción a flor de piel, la canción que daba título a la obra. «Fue muy bonito —confirma el autor—. El problema es que la vida de cada uno luego se complica, y proyectos que se desarrollaron hasta su cénit, como el de Mecano, es difícil cogerlos con la misma ilusión».
En el aire quedan las ganas de sus seguidores de ver una auténtica despedida de su grupo favorito. Cuando el 29 de septiembre de 1992 ofrecieron un concierto en Valladolid, nadie, ni ellos mismos, se imaginaban que era el último. Lo que se anunció fue un descanso temporal, provocado por el agotamiento de los tres y por los problemas de voz de Ana Torroja. «Como fans nos lo merecemos —comenta Javier Adrados—. Siempre les digo que tendrían que hacer veinte días seguidos en Las Ventas, y estoy seguro de que lo llenaban. La gente quiere verlos y les da igual que se lleven bien o mal. Los que lo vivimos, porque queremos volver a vivirlo, y los que no, porque quieren saber si todo aquello fue verdad».
Esta última frase es una demostración más de que las relaciones entre los tres no son lo fluidas que deberían ser para provocar la tan deseada reunión: «La verdad es que hace mucho que no nos comunicamos. Sé lo mismo de ellos que tú, que Chema está pintando y que Ana está haciendo un disco. Quiero decir que a mí no me parecería una mala cuestión la vuelta, pero en este momento no la veo».
Maquillar la crisis
Nada haría más feliz a él mismo —«soy el primero que se alegra más que nadie de que Mecano siga vigente, y el que más he hecho por ello»— y a una industria discográfica necesitada de salvadores que consigan maquillar las depauperadas ventas de discos. Pasan los años pero no pasa el interés por un grupo que ha vendido 25 millones de copias en todo el mundo, y cuyo último recopilatorio, «Mecano Siglo XXI», ya es disco de oro. A ello hay que añadir el juego «SingStar Mecano» para Play Station, que ha superado las 75.000 unidades vendidas, más la gala especial ofrecida por TVE con cantantes como Malú interpretando «Mujer contra mujer» y Amaia Montero «Me cuesta tanto olvidarte», a lo que hay que añadir, cada doce meses, la inevitable melodía de «Un año más» sonando antes de las campanadas de Nochevieja: «Parece que ahora el ambiente es propicio —reflexiona Nacho—, y cualquier otro grupo es lo que haría. Pero nosotros somos así de especiales».
Cuesta tanto olvidarlos
Es tanto el interés que sigue generando el grupo que el hoy compositor de musicales afirma sentirse «aburrido de remover el pasado. No me apetece hablar de él. Lo que honestamente puedo decir es que no veo las puertas cerradas, y que si algún día vuelve Mecano, ya lo anunciaré. Para lo demás, si tuvimos buen rollo o mal rollo, no tengo ni ganas ni tiempo de hablar».
La propia Ana Torroja había ya arrojado un jarro de agua fría sobre aquellos que sueñan con un regreso del trío. Fue durante la presentación del videojuego antes citado. Y no podía ser más oportuna su declaración para los intereses que en ese momento defendía, ya que venía a decir que aquel que quisiera ver de nuevo a los tres músicos juntos, lo que tenía que hacer es comprar el juego y dedicarse a hacer karaoke: «Cada uno ha cogido un camino diferente», declaró. Se trataba, además, de desmentir los rumores desatados por la aparición de una canción inédita, «María Luz», con letra y música de José María Cano añadida al reciente doble álbum. Sin embargo, ni siquiera en ese momento hubo un acercamiento: «Como yo no la he hecho, no soy el más adecuado para hablar de ella —dice Nacho—. Es una canción de mi hermano. Ha hecho nuevos arreglos sobre una canción ya grabada hace tiempo, pero no te puedo decir más. La canción es bonita, eso sí».
Más de uno pensó de forma sibilina que la reunión podía ir en serio por los problemas de Ana con el Fisco, que le reclama 655.000 euros. Está claro que no terminan los sustos para la cantante, ya que en octubre de 2008 sufrió un trágico accidente junto a la modelo Esther Arroyo, y en el que murió un tercer acompañante. Ahora sus ilusiones se dirigen hacia la grabación de su nuevo disco, que quedó interrumpido precisamente por el accidente.
José María Cano también pasó por su particular calvario, primero con el negocio ruinoso, durante los 90, de la composición de su ópera «Luna» —se habló de hasta cien millones de pesetas invertidas en la obra, que no pudo estrenarse en el madrileño Teatro Real a pesar de los esfuerzos de su autor y del mismísimo Plácido Domingo—, y luego con un sonado divorcio cuya tramitación duró desde 2002 hasta 2005 y que le dejó con los ánimos y las arcas bastante afectadas. Hoy parece que las cosas le van mejor. Acaba de realizar una exposición en la galería londinense Riflemaker Diary, inspirado en recortes del Wall Street Journal, y ha vendido una de sus obras a través de Shoteby's por más de 68.000 euros.
Por último, el propio Nacho, a pesar del éxito cosechado con sus musicales, «Hoy no me puedo levantar» y «A», padeció una depresión ocasionada por sus problemas de insomnio, que le han durado tres años. Javier Adrados, biógrafo de Mecano y promotor musical, nos cuenta que todo ello fue provocado por un «megaestrés, porque estuvo al pie del cañón y no se perdió ni una de las seiscientas primeras representaciones de “Hoy no me puedo levantar”. Vivía, dormía y comía en el teatro». Adrados, que hoy trabaja junto a Nacho y Ana, se muestra convencido de que «el regreso se producirá cuando los tres realmente quieran.
Siempre en el aire
Lo que es cierto es que siempre impera la ambigüedad cada vez que se les pregunta al respecto —algo que ocurre muy a menudo—. Nacho ya se mostró proclive a la idea del regreso cuando presentó su primer musical. En el estreno de la obra, en abril de 2005, los espectadores pudieron asistir a un momento único: los tres en el escenario interpretando, con la emoción a flor de piel, la canción que daba título a la obra. «Fue muy bonito —confirma el autor—. El problema es que la vida de cada uno luego se complica, y proyectos que se desarrollaron hasta su cénit, como el de Mecano, es difícil cogerlos con la misma ilusión».
En el aire quedan las ganas de sus seguidores de ver una auténtica despedida de su grupo favorito. Cuando el 29 de septiembre de 1992 ofrecieron un concierto en Valladolid, nadie, ni ellos mismos, se imaginaban que era el último. Lo que se anunció fue un descanso temporal, provocado por el agotamiento de los tres y por los problemas de voz de Ana Torroja. «Como fans nos lo merecemos —comenta Javier Adrados—. Siempre les digo que tendrían que hacer veinte días seguidos en Las Ventas, y estoy seguro de que lo llenaban. La gente quiere verlos y les da igual que se lleven bien o mal. Los que lo vivimos, porque queremos volver a vivirlo, y los que no, porque quieren saber si todo aquello fue verdad».
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