Texas han sacado este año su disco de regreso tras el aneurisma cerebral que sufrió su mítico guitarrista, y el par de discos en solitario de Sharleen. Hace unas semanas pudimos hablar con la cantante del grupo sobre este ‘
The Conversation‘ en el que han colaborado con el gran Richard Hawley, sobre los errores de la prensa o sobre su pasado. Hay algún momento de tensión en el diálogo con una Spiteri algo más seria de lo esperado, pero también interesantísimas declaraciones en torno a la infravalorada evolución de este grupo sobre el que rara vez se escribió una buena crítica. Texas actúan en octubre en Barcelona y Madrid.
La primera vez que escuchamos el single ‘The Conversation’ fue hace ya dos años, en directo, a través de un directo de Youtube, ¿por qué os ha llevado tanto tiempo publicar el disco?
Terminar un disco lleva tiempo. Sé que a la gente le gusta que los artistas saquen discos cada 6 meses (NdE: en este momento Sharleen pide a una gente en la mesa de al lado que hable más bajo), pero lleva tiempo escribir canciones y lleva tiempo terminarlas bien. No nos preocupaba el tiempo que dedicábamos a la grabación. Éramos más de “cuando el disco esté listo, estará listo”.
¿En aquel momento en que volvisteis a tocar en 2011 sólo teníais esta canción?
Teníamos muchas canciones pero no queríamos tocar todas en directo. Sólo queríamos hacer un par en vivo, para ver cómo funcionaban. Tampoco tenía sentido tocar todas las canciones del álbum.
¿Estaba claro desde entonces que ‘The Conversation’ era un single para volver?
Sí, o ‘Detroit’ o ‘The Conversation’. También barajamos ‘Dry Your Eyes’, pero ‘The Conversation’ pensábamos que definía bien el disco, que era bastante directa, muy definitiva, muy cruda…
Sobre ‘Detroit City’, la nota oficial del álbum dice que recuerda a Bruce Springsteen… Me sorprende que pueda ser una referencia para vosotros.
Ya me lo ha dicho alguien, es raro. Alguien lo habrá puesto, supongo que sobre todo es por el final. Me encantaría vender tantos discos como Bruce Springsteen. Nosotros sólo nos hemos dedicado a escribir un disco, pero no, no… Me encanta Bruce Springsteen, creo que es un artista increíble, pero no era una referencia, o nuestro estilo, claro.
Con quien habéis colaborado es con Richard Hawley, ¿quién era más fan de su trabajo, dentro de Texas?
No era una cuestión de que fuéramos fans, sino de que somos amigos. Por supuesto me encanta Richard Hawley, incluso estoy al tanto de lo que hizo con Longpigs y me encantan sus discos, pero el caso es que éramos amigos, no estábamos en ningún sello ni nada así, no había acuerdos. Y fue lo mismo con Bernard Butler, con quien ya había trabajado en ‘
Melody‘. Decidimos trabajar con ellos y si funciona, funciona; y si no, pues no lo usaremos.
Y funcionó, porque hay varias canciones con Richard Hawley en el disco, ¿no? No sólo un par…
Hay como cinco o seis, no las he contado. Escribimos diez juntos en cinco horas.
¿Tantas en tan poco tiempo?
Somos tan prolíficos (sonrisa irónica). Cuando trabajas con un amigo hay una conexión. La razón por la que somos amigos es porque tenemos muchas cosas en común, nuestras referencias musicales son las mismas, nos reímos del mismo tipo de cosas… Estás tocando, abiertos a ideas durante todo el día, durante dos días… Grabamos todo, volvimos a Londres, le dimos sentido y eso es básicamente lo que hicimos.
¿Le interesaba más el lado guitarrero o soul de Texas?
Me encanta cuando los periodistas disgregáis las cosas así, pero las cosas no funcionan así. Simplemente éramos tres personas juntas trabajando, escribiendo. Nadie hablaba de un estilo u otro. Obviamente Richard toca guitarra, tocar la guitarra es lo que hace como compositor, y su manera de tocar la guitarra ha sido una influencia, pero no hubo un desglose de estilos muy definido, o un desglose de lo que hizo cada uno.
Te preguntaba porque antes de escuchar el disco me preguntaba si sería como el primer álbum de Texas o más bien como ‘White On Blonde’, pero al final, ni uno ni otro…
Es divertido porque el disco es como un regreso a los inicios, a nuestras raíces, pero se nota nuestra experiencia en ‘White On Blonde’. Hay country, soul, blues… pero no es sólo una cosa. Funciona bien como un todo. Hay una influencia de Roy Orbison, de Lee Hazlewood, está lo que dice la gente de Bruce… No puedo decirte cómo ha pasado, pero ha pasado. Hay algo que te da la edad, con tantos años de experiencia, es normal que varias cosas te salgan a la vez.
Cuando salió ‘White on Blonde’, con temas como ‘Black Eyed Boy’, creía que habíais encontrado vuestro sonido, porque incluso adaptasteis temas viejos como ‘Prayer for You’ al directo de aquellos años, pero no fue así, habéis cambiado. ¿Nunca tuviste esa sensación en ‘White on Blonde’, la de “esto es Texas”?
No puedes hacer eso, no puedes quedarte en un solo estilo y un solo punto de vista, encontrar un norte y decir “esto es”. Eso es una máquina y no somos máquinas. Eso es como decir que solo puedes escribir una canción de un modo. ¿Por qué escribir la misma canción una y otra vez y otra? Eso una locura. Tiendes a escribir sobre emociones, sobre sentimientos que tienes dentro de ti. No puedes tener la misma emoción todo el rato. ‘Detroit’ es un poco ‘Halo’, tiene algo de Motown, de “girl group”, algo de eso está aún en este disco, pero cuando ha pasado el tiempo y has encontrado algo, tienes que llevarlo más allá, tienes que expandirlo, tomas trozos de otras cosas que vas adaptando a tu sonido. Es la clave para que una banda tenga longevidad, tienes que seguir adelante y adelante como compositor. Si repites lo mismo, no puedes tener éxito.
Es interesante, porque también has dicho en el pasado que Ally ha cambiado su manera de tocar la guitarra.
Nunca he dicho eso, pero sí es verdad.
Juraría que lo he leído.
Venga ya, eres periodista. ¿Te crees todo lo que lees?
Bueno, yo nunca me he inventado una declaración. Y lo que me creo… depende de dónde lo lea…
Nunca lo he dicho, quizá fue el periodista quien lo dijo, pero bueno, también te he dicho que es verdad. Tienes que expandir tu sonido. Ally era más rock al principio, pero luego fue más soul. Ahora es extraño porque el nuevo disco es rock pero también tiene algo de soul. Como grupo tienes que encontrar nuevos estilos, nuevos caminos. Cuando tocas la guitarra con 18 años y de repente llegas a los 40, te encuentras con que llevas 22 tocando y tienes toda esa experiencia, así que las cosas cambian, pero eso ha sido igual para toda la banda, también para la batería. Es lo que haces como músico, porque la música interesante. La música cambia y tú cambias y cambias. No podíamos hacer ‘White On Blonde’ en 1989 y no podemos hacer ‘The Conversation’ en 1997.
¿Qué tal está Ally?
Está muy bien.
Cuando él sufrió el aneurisma cerebral, era muy difícil encontrar información sobre cómo estaba.
Todo se quiso mantener en privado, fue un momento muy difícil. Nos dijeron que Ally no iba a salir adelante. Estábamos con nuestros amigos, familias, no podíamos pensar en mandar mensajes o en los medios. Nos dijeron que si sobrevivía, sufriría daños graves. Estuvo en coma durante tres meses. Cuando alguien está en coma, no hay mucho que puedas decir, porque no sabes las respuestas, y piensas en su mujer, en su familia… Intentas apoyarles en todo y ya está.
¿Entonces ahora está bien?
Sí, todavía está un poco loco, pero está bien (media sonrisa).
¿Cómo recuerdas ‘Careful What You Wish For’? Siempre me he preguntado por qué canciones como ‘And I Dream’, ‘Telephone Sex’ o ‘Where Did You Sleep’ nunca fueron singles.
Es un buen disco, pero todo se reduce a si eres o no una prioridad en tu discográfica, al momento en concreto en que ha salido, hay tantas cosas que pueden influir… Hay una razón por la que no estamos en Universal, ya no éramos una prioridad, porque hay discos de Rihanna, hay discos de Lady Gaga, o Beyoncé o quien sea, me da igual, no me interesa. Cuando ya no te apoyan, tienes que pasar página y seguir adelante de otra forma.
¿Hay algún disco que consideras especialmente infravalorado de vuestra carrera, incluso el último?
No, porque para ser honesta contigo, no leo las críticas, aunque sean buenas, lo que importa es lo que hemos puesto en el disco, lo que hemos escrito. La verdad es que las ventas del disco no siempre reflejan el disco. Si sí te preocupan estas cosas, te puedes volver paranoico y no sacarías más discos. Lo único importante es que si vendes bien un disco, puedes hacer otro disco, pero aparte de eso, eso es en lo que nos basamos.
¿Crees que ‘The Conversation’ es un disco de singles? yo creo más un álbum completo que forma un todo…?
No. Hay muchos singles: ‘Detroit’ es un single, ‘The Conversation’, ‘Dry Your Eyes’… Probablemente ‘Big World’. Depende de cómo nos vaya.
En el álbum también ha trabajado Bernard Butler, ¿creéis que hay algo diferenciado en sus canciones?
No, porque los periodistas no tenéis aún los créditos, sólo el promo, y estáis confundiendo quién ha hecho cada uno.
Parece que te divierte. ¿No te gustan demasiado los periodistas, verdad? (me río)
¿Si no me gustan? Me gusta la gente que es buena en lo que hace (con cara de extrañeza).
Te lo pregunto en broma porque has hecho un par de menciones… No todo son tabloides, hay buenos medios
También he leído cosas incorrectas en medios buenos, porque igual lo han cogido De la Wikipedia y la información está mal en la Wikipedia. Pero, de verdad, no tengo nada contra los periodistas, sólo que a veces hay datos incorrectos. No tienes que creer todo lo que digo, pero eso no significa que yo no te guste. ¡No tengo ningún problema con los periodistas! Nunca he tenido problema con algo que haya escrito un periodista.