Marilia Casares ha concedido una entrevista a "La Nueva España" con motivo de su regreso en solitario. Aquí la reproducimos.
Marilia Casares has given an interview to "La Nueva España" about her solo comeback. Here's the interview in Spanish.
[Raquel L. MURIAS. "La Nueva España"]
Marilia Andrés Casares Ex cantante de «Ella Baila Sola», regresa con undisco en solitario
Su disco saldrá a la venta después del verano, tras un periplo en el que ha querido reencontrarse con ella misma y donde se ha dejado seducir por los artistas más puros, los que tocan en Londres, los que están luchando por sacar adelante un proyecto nuevo, y por los que creen, como ella, que la música es algo más que una profesión que te da de comer; un sentimiento, una manera de sentirse realizado y de compartir.
-Vuelve a la música tras diez años sin tener ni una pista de usted, ¿necesitaba un descanso después de que se disolviera «Ella Baila Sola»?
-No, en realidad yo no me canso de trabajar y menos ahora, es un lujo. Los músicos y los artistas en general tenemos un aguante que sólo lo sabes cuando estás en ello. La etapa de «Ella Baila Sola» fue una etapa maravillosa. A mí siempre me había gustado escribir y componía en mi casa con una guitarra, en COU conocí a Marta Botía y ahí empezamos a tocar juntas, en bares de Madrid y en El Retiro. Un día un productor nos vio y le gustamos y entramos en esa vorágine. Fue una suerte conocernos porque gracias a esa experiencia maravillosa que es cantar pudimos sacar nuestros discos y compartirlos con tanta gente. Si he tardado todo este tiempo es porque quería hacer un trabajo de diseño, yo lo que quería era reflejar lo que soy yo ahora.
-¿Y lo ha conseguido?
-Sí, hace un año compuse una canción titulada «Subir una montaña», y ésa fue la canción que me hizo darme cuenta de que ahora estoy donde quiero estar. Me veo como una mujer luchadora en el sentido de que quiero defender algo que es verdadero y por eso este proyecto lo he autofinanciado íntegramente, porque quería involucrarme desde el principio. Me fui a Londres a grabar, me alquilé una habitación y puse carteles para buscar a músicos, ver sonidos nuevos y ver por dónde podía ir, siempre manteniendo la esencia de mis canciones, que son sencillas y claras. Por eso ahora me he lanzado a grabar mis temas, que tienen lo directo de mi punto de vista, de cómo veo algunas cosas.
-Y después de aquellos años de triunfo, ¿qué pasó?
-Cuando dejamos «Ella Baila Sola» no sabía el tiempo que iba a ser, pero en mi caso no quería engancharme con algo sin tener claro qué quería. Necesitaba ubicarme, se podía hacer algo rápido, cualquier cosa, pero quise hacer algo con calidad. Pasé unos años pintando, haciendo escultura y estudiando, participando en algunos proyectos, aunque reconozco que a veces uno también se plantea si ha optado por el camino correcto con la música, porque a veces ser bueno o trabajar con ilusión, humildad y nobleza no es una garantía de éxito. Yo ahora estoy grabando el vídeo del primer tema del disco, y hemos dado tres conciertos en España, pero sin promoción. Estoy viviendo esa etapa dulce de volver a reencontrarme con gente de antes, que se acerca a verte sin saber lo que haces y cuando te bajas del escenario te da un abrazo. Eso es maravilloso, un principio muy bonito.
-Un lugar mágico para componer.
-Para mí, la playa de La Espasa, es un lugar mágico, aunque luego necesito la soledad de mi casa para escribir.
-¿Qué más le ha dado Asturias?
-Yo me siento muy del Norte, aunque nací en Cuenca me siento muy identificada con Asturias. Fue mi bisabuelo Antonio Casares el que nos inculcó la pasión por esa tierra, cómo disfrutábamos de las tardes de bicicleta, estábamos todo el día en la calle aunque lloviese, daba igual, subíamos al Cuera de excursión y luego está el placer de saber que nunca vas a comer mal en ningún sitio. Yo aún sigo yendo a Asturias, y aunque llegue de madrugada siempre me voy a dar un paseo por la playa.
-¿Se escriben mejores canciones enamorado o roto de amor?
-Pues depende de cada uno, pero en los dos estados de ánimo hay amor y son dos puntos álgidos, perfectos para componer. A veces se compone mejor cuando ves las cosas con cierta distancia, cuando te superas un poco. La música es terapéutica y te ayuda a superar muchas cosas.
-¿Y a usted qué discos le dan terapia de adrenalina?
-Me encanta Mozart, Elvis me apasiona, y Leonard Cohen, Bob Dylan, Lori Meyers. Pero también me encanta Patti Smith, es maravillosa, me quedo con su pieza «Horses».
-¿Qué le parecen los programas tipo «La voz» u «Operación triunfo»?
-No soy una persona idónea para responder a esto, hace años que he quitado la tele de mi casa, creo que está diseñada para que te quedes ahí enfrente y no hagas nada.
-¿Cómo será su nuevo trabajo, a qué suena Marilia?
-Musicalmente a folk, a rock y hay temas poperos total, hay un poco de mezcla. Planeo sacarlo para después del verano y lo empezaré a mover por las redes sociales. La primera canción que sacaré es «Marilyn y Superman», me he rodeado de muy buenos profesionales, la banda la formamos cuatro personas y estoy muy ilusionada.
-¿No le tiene miedo a Facebook ni a Twitter?
-Yo soy partidaria de que hay que adaptarse al momento que estamos viviendo, las redes sociales, como casi todo, dependen del uso que se les dé. Desde ellas puedes contactar con cientos de personas, y me parece una forma preciosa de acercarte a tus seguidores.
-¿En ese disco estará la canción que marcará la vida de alguien?
-Pues sería un honor, aunque lo cierto es que la vida pasa por tantas etapas que a veces una canción te llena y luego prefieres otra. Pero ojalá aquí esté la canción de la vida de mucha gente.
-¿Un músico acaba alguna vez de formarse?
-Jamás. En ninguna disciplina, el que crea que lo tiene todo aprendido mal va. Normalmente el que más sabe es el más humilde, y yo estoy empezando, empezando, empezando. Siempre hay que estar abierto a aprender.
-¿Cómo se ve usted dentro de cinco años?
-Pues ojalá que pueda seguir con mi música, que me vuelvas a entrevistar y que organicen algún concierto por ahí arriba para poder llevar mis canciones a Asturias y a mi playa.
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