Mario Vaquerizo entrevista a Ana Torroja para la revista Shangay. Aquí os la dejamos.
Mario Vaquerizo interviews Ana Torroja for the Sangay magazine. Here it is in Spanish.
No es la primera vez que se encuentran, pero hacía mucho que no se sentaban a charlar cara a cara. Con Mario convertido en toda una estrella mediática y Ana embarcada en su gira Soy, y ejerciendo de jurado en el talent show El número 1, los dos tienen mucho que contarse. Así fue su más reciente encuentro.
Entrevista Mario Vaquerizo
Fotos Miguel A. Fernández
Siempre me pasa lo mismo; no lo puedo evitar. Esta es la tercera vez que entrevisto a Ana Torroja, y la sensación siempre es la misma: nerviosismo. Durante el trayecto a la cita los nervios se alternan con la sensación de haber conseguido algo que durante mucho tiempo anhelé: poder conocerla en persona y charlar detenidamente con ella. Y es que para todos aquellos que no lo sepan -mira que me extraña que alguien lo ignore a estas alturas-, Ana Torroja fue una obsesión durante más diez años, en mi primera adolescencia. Desde los 8 a los 18 años solo viví por y para Mecano, sobre todo por y para ella, con todo lo bueno y todo lo malo que implicaba ser así.
Con el paso del tiempo, he llegado a la conclusión de que las obsesiones no siempre son muy recomendables. Pasado el furor ‘mecanero' empecé a ampliar mi cultura musical con múltiples hallazgos que me llevaron a destinar mi atención hacia otros grupos y cantantes que nada tenían que ver con el que fue mi grupo por excelencia. Mirando atrás, no echo de menos a Mecano; entre otras cosas, porque para mí Mecano es Ana Torroja, con permiso de los hermanos Cano y sus composiciones, algunas buenísimas, otras no tanto. Y es que Ana nunca se ha ido. Desde la separación del grupo más importante de la historia del pop nacional se ha dedicado a labrarse una más que digna carrera en solitario -guste más o menos-, con cuatro discos en su haber y más de una decena de singles.
Me encuentro con Ana Torroja en un despacho de la oficina de su agencia de representación. Come un sándwich de queso y algo de picoteo nada recomendable para la dieta ("en estos periplos de promoción, con tanto ir de aquí para allá, es necesario el carbohidrato"), y el trato que percibo es el mismo de siempre cuando estoy con ella: educada, cercana, cariñosa y muy sencilla. Viste malla negra, camiseta del mismo color y una casaca verde. Está en forma, y me atrevería a decir que más guapa que nunca -no es fe ciega de fan-. Entre impresiones y comentarios acerca del programa que tengo en MTV con Alaska, sus recomendaciones de que no me maquille tanto cada vez que aparezco en la televisión y alguna que otra cuestión, empezamos a hablar de su hija y su rol de madre. "Estoy encantada. Llega un momento en que no te importa levantarte a las cinco de la mañana con tal de pasar un día con ella. Realmente, estar a su lado hace que me recargue. Los hijos te dan vida, te recomponen, te hacen tirar para adelante, al menos así lo siento yo". También me habla de su residencia en Tarifa "He de reconocer que no es lo más práctico el mundo", asegura entre risas, "pero... es una gozada, soy feliz. De hecho, cuando empecé a tener mi independencia económica me fui a vivir al campo. Me encantan las ciudades, aunque para visitarlas, no para vivir en ellas. Además, en Tarifa puedo ser una persona normal, que es lo que a mí me gusta".
Hablamos, por supuesto, de su regreso a los escenarios con su flamante gira Soy. "Llevaba seis años sin actuar en directo. Debido al accidente de coche que tuve se retrasó la aparición de un nuevo disco; el año pasado quise hacer la gira, pero con el formato que tenía planteado no salía, y me fui a Sudamérica a hacer festivales y demás... Como yo necesito cerrar etapas, y era algo que no había hecho con Sonrisa, era el momento de hacer esta gira, de la forma que fuera: en formato más pequeño, más económico para todo el mundo, ajustando, reduciendo gastos... Y al final lo hemos conseguido". Al hilo del nombre de la gira, le pregunto a bocajarro: ¿quién es Ana Torroja? Primero ríe, luego piensa y en un tono muy humilde confiesa: "Me cuesta mucho describirme. No sé si tengo algo especial...". ¡Yo creo que sí! "Eso me dicen...", ríe. "Creo que soy una persona que ha venido al mundo a hacer más felices a los demás. Me gusta hacer la vida más llevadera a los demás, dentro de mis posibilidades".
LA INTIMIDAD DE LA ARTISTA
Le comento que nos estamos adentrando en una especie de consulta de psicoanálisis, a lo que me responde con el mayor regalo que se le puede hacer a un servidor fan. "Es que contigo me siento muy cómoda; más que la típica entrevista de promoción lo veo como una charla entre amigos. Y no siempre soy así. En otras ocasiones, debido a mi carácter, me muestro más reservada". Así que, aprovechando el momento íntimo, le pido que me haga una descripción de un día cualquiera en su vida, en la vida de ‘una estrella del pop muy normal', como a ella le gusta decir. "Me suelo levantar a las siete menos cuarto de la mañana. Por eso no hago vida de crápula, porque si no, no hay manera". Le recuerdo que ella no ha sido nunca muy crápula. "Tienes razón. Prefiero la luz, y cuando me apetece alguna fiestecilla y perjudicarme un poco, empiezo al mediodía, y a la una de la mañana ya estoy harta", de nuevo se echa a reír."Dicho esto, un día normal, sin promo, ni actuaciones, ni grabaciones se reduce a lo de muchas personas: desayunos, uniformes, dejar a mi hija en el autobús del colegio e irme con mi marido a pasear por la playa o por el campo durante una hora con los perros, dos Golden y un Labrador negro".
Confiesa también Ana Torroja que es bastante ama de casa."Pongo lavadoras, secadora, plancho, me ocupo de la cocina y la comida, voy a la compra, hay veces que dibujo, leo, hago fotografías... Y cuando regresa mi niña la ayudo a hacer los deberes y jugamos". ¿Y el gimnasio? "Lo necesito tanto física como mentalmente. Como soy perezosilla, hacer gimnasia me despierta, me reactiva para todo el día". En un segundo me vienen a la cabeza las dos portadas de una revista especializada para culturistas que conservo en mi archivo, la de Alaska y la suya como reinas patrias del culturismo, allá por 1985. "Eso ya lo he dejado... Además, no me lo permiten ni mi espalda ni mi cuello". La felicito por su buen talante y educación a la hora de juzgar en El número 1, me habla de la rapera Tijous y de Sidonie, uno de sus grupos españoles preferidos, y seguimos charlando de cine, de política... Al final, llego a la conclusión de que Ana Torroja se encuentra en un momento de plenitud. "Creo que sí.Soy muy feliz en mi faceta personal y estoy contenta con el sitio que tengo en lo profesional. No quiero estar más arriba; ya lo viví, sé cómo es y no fui feliz realmente. Prefiero ir despacito, manejar los tiempos, ser más dueña de todo".
EPÍLOGO
Un día después, el 4 de mayo pasado, me encuentro en el madrileño Teatro Circo Price. Mis expectativas son altas, quizá demasiado. Vuelvo a ver a Ana Torroja en un escenario después de veinte años. La ilusión, los recuerdos de infancia, la emoción de competir por conseguir primera fila y los gritos me evocan mi juventud. En un momento de la actuación vuelvo al presente y me gusto más, y Ana me gusta más que entonces. Su repertorio, basado en su carrera en solitario y aderezado con canciones deMecano, me demuestra que nuestro momento actual es el mejor. Sin renegar del pasado, porque nuestro pasado es total. Además, tengo una última revelación: las chicas maduras son más interesantes y apetecibles que las niñatas. Sobre todo si se llaman Ana Torroja.
Estas son las tres canciones favoritas de Mario de la carrera de Ana en solitario.
Torroja Top 3 por Vaquerizo
1.- Sonrisa. "Sin duda, su mejor tema en solitario. Me da subidón, y confesaré que en cualquier fiesta que estoy siempre la pincho, y en mi casa la puedo poner hasta diez veces seguidas. Me encantaría cantarla algún día con ella".
2.- No me canso. "Ella está pletórica de voz, y algunas de sus estrofas son de lo más bonito que he escuchado nunca. En el vídeo, con una malla sin nada debajo, me gusta mucho".
3.- Como sueñan las sirenas. "Su canción pop por excelencia, con unos coros totales. También es especial porque, curiosamente, siempre que visito con Fangoria los almacenes Liberty de Londres, suena en la sección de caballeros. Cosas de la vida"
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